viernes, 29 de julio de 2011

Metro.

La gente cuando va en el Metro se vuelve fea. Lo da el lugar. Sobre todo por las mañanas. La fealdad de las personas en el Metro no es casual, se produce porque nadie quiere estar allí. Cenando en un restaurante en verano a la orilla del mar sucede todo lo contrario. El feo es normal, el normal es guapo y el guapo lo es mucho. Eso pasa porque esa gente está donde quiere estar.
Como yo esta noche, que estoy donde quiero estar. Y con quien quiero estar.


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